lunes, 29 de febrero de 2016

El aspecto varonil



En 1964, mods y rockers se destrozaban la cara y el alma en las playas de Brighton.

¿Y, en España?

¿Por qué cada día se ven más chicos con melena? Es una pregunta que todos nos habremos hecho en más de una ocasión pero... ¿Le hallamos respuesta? No; no la hallamos ya que es para nosotras incomprensible que haya chicos capaces de despreciar  una de las cualidades que nosotras más admiramos y apreciamos en ellos: un aspecto varonil.

Por eso nos llena también de estupro ver que prefieren convertirse en ridículos maniquíes que exhiben un "sueter" distinto a cada hora del día. Y en el colmo del mal gusto hasta son capaces de colgar una cadenita de su brazo. A este paso no sería de extrañar que algún día los viésemos tan cargados de bisutería como "un gran jefe indio"

¿De qué habrá servido entonces tantos años de civilización, si hay quién se empeña en hacer el indio todavía?

Nueva Ola, Revista Relevo, 42-43 (1964)

martes, 23 de febrero de 2016

Antes de la revolución.

Tras la revolución de Irán en 1979, las cosas ya no fueron lo mismo.

Más portadas de revistas iraníes de la época aquí.

sábado, 20 de febrero de 2016

Patrañas

Desde lo alto, en Mutxamel, me tocó hablar sobre la Verdad en la Historia a través de microfilmaciones.

Es obvio afirmar que todo lo que dije fue un embuste.

Mi agradecimiento a Pedro, organizador de las jornadas.

miércoles, 17 de febrero de 2016

Desafío radiofónico

Me invitan a participar en un programa de actualidad política en la Radio Universitaria de la UMH.

Me ceden un microespacio, de 8 a 10 minutos, para que programe una canción que tenga algún contenido histórico o político. Mmmm,  8 minutos cada dos semanas, creo que me las apañaré.

Le he llamado La Delgada Línea Roja, si me descuido, es más largo el nombre que la duración del espacio radiofónico que tengo pero... ampliamente agradecido.

miércoles, 3 de febrero de 2016

Isobaras, caballos y Jim Morrison



Época de navegación a vela. Se conocía la zona central de los anticiclones como las "latitudes de los caballos". Zona de calma chicha.
Tras días y días parados por falta de viento, se lanzaban los caballos a los que no se podía mantener. Algo que, además, ayudaba a aligerar los barcos y así poder salir del desolador centro del océano. (Supongo que más desolador todavía si se tenía en cuenta a las pobres bestias)

Y va, Jim Morrison, y escribió poesía sobre ello

Cuando el silencioso mar conspira una armadura
y sus tristes y malogradas corrientes
engendran pequeños monstruos, 
la auténtica navegación ha muerto.

Violento instante
y el primer animal es arrojado por la borda.


Horse Latitudes, The Doors. 
1967