Abrir y cerrar las puertas del infierno

Algunos iluminados se creen en la posesión de la Verdad y eso da miedo a la hora de echar un papelico en una urna.

Fijénse en lo que auguraba un tal Volstead cuando tuvo la maravillosa idea de implantar la conocida Ley Seca y recuerden, a su vez, lo que sobrevino después.

Esta noche, un minuto después de las 12, nacerá una nueva nación. El demonio de la bebida hace testamento, se inicia una era de ideas claras y limpios modales, los barrios bajos serán pronto cosa del pasado, las cárceles y los correccionales quedarán vacíos, todos los hombres volverán a andar erguidos, sonreirán todas las mujeres y reirán todos los niños. Se cerrarán para siempre las puertas del infierno.

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