jueves, 21 de julio de 2016

Avaricia eclesiástica

¿Qué inventaría John Doe en este caso?

Portentoso asunto este en el que un Borbón (Carlos III) tuvo que reprender, censurar, dar un toque de atención... a la  propia Iglesia Católica en una fecha tan temprana (1771).

Estamos en la España previa a las diferentes desamortizaciones, la Iglesia posee un tercio de las tierras cultivables y va camino de poseer más ya que los curas de pueblo y los más altos cardenales inducían a los moribundos a que donaran sus posesiones a la Santa Madre Iglesia con el fin de ir, como un rayo, al Reino de los Cielos, una vez ocurriese el esperado óbito.

Hasta tal punto era escandaloso el asunto que el rey tiene que emitir una Real Cédula avisando a la Santa Institución que se está pasando  al meter tanto la mano. Como podéis leer, el problerma no era que preocupara moralmente al monarca pero, claro, esto significaba que el Estado recaudaba menos y así... no podemos ir a ninguna parte:

Muchos confesores (...) con varias sugestiones inducen a los Penitentes, y lo que es más grave, los que están en artículo de muerte, a que les dexen sus herencias (...) De este modo: La Jurisdicción Real y Derechos de la Real Hacienda quedan defraudados...


Inestimable esta fuente de Eslava Galán:



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